En dos años me han operado tres veces, comencé a creer que era una especie de Ostra pues me han retirado piedras de los riñones y de la vesícula. La primera fue una cirugía de emergencia, la segunda pudo ser programada y la tercera definitivamente fue preventiva antes de caer en otra urgencia médica.

Volver a Yoga después de una Cirugía

Entre la primera y la segunda de las cirugías no hubo oportunidad de volver al tapete a practicar yoga. Un mes de diferencia además del miedo de lastimarme y sensación extraña que produce el catéter en el interior del cuerpo, decidí darle tiempo y buscar alguna actividad que no me molestara físicamente.

 

Tras la segunda cirugía, después del retiro del catéter la recuperación fue más rápida y todo volvió a la normalidad muy pronto.

 

Sin embargo, cada cuerpo evoluciona diferente, no a todos nos va igual cuando pasamos por una cirugía, incluso tratándose de un mismo procedimiento. Influyen varios factores en la recuperación del cuerpo físico: la edad, condición física, nivel de estrés, conocimiento y pericia del personal médico, antecedentes de salud y muchas cosas más. Incluso el cuerpo mental es uno de los factores más determinantes en la mejoría post cirugía.

 

Volver a hacer yoga o a practicar un deporte después de haber pasado por una cirugía requiere que tomemos en cuenta::

 

 

¿Practicabas yoga antes de la cirugía?

 

No mires extrañado, esta pregunta es básica pues mucha gente piensa que, aunque nunca ha practicado yoga, ésta va a reconstruir, sanar, recuperar y dejarla como nueva y la verdad es que no.

 

Se trata de una actividad que trae muchos beneficios consigo, pero tampoco es sustituto perfecto de la prescripción médica, o de medicinas, terapias y que con puro yoga o ejercicio te vas a recuperar. Si practicabas yoga antes de someterte a la cirugía, seguro entenderás que tu cuerpo te irá indicando los avances de la recuperación y, sobre todo, el momento en el que está listo para volver a activarse.

 

 

 

¿A qué tipo de cirugía te sometiste?

 

Sin importar si es la atención de una lesión, de una enfermedad o de un tema estético, debes considerar la complejidad que tuvo tu cirugía. No es lo mismo que te respingar la nariz o ponerte cuadritos en el abdomen a que te atiendas hernias de disco o se trate de un hueso fracturado. El papel de tu médico es vital para conocer y entender qué tanto invadieron tu cuerpo y por ende, qué tanto tiempo requiere para recuperarse.

 

 

 

¿Te dejó alguna consecuencia o secuela la cirugía?

 

Existen algunas operaciones que traen consigo la necesidad de tomar reposo por un tiempo mayor al habitual, otras que te piden casi que el mismo día de la cirugía comiences a caminar y a moverte para que retomes funciones básicas con mayor rapidez y así evites medicamentos, y otras acciones post operatorias como el llevar a cabo una serie de terapias o rehabilitaciones para recuperarte.

 

 

¿Te invade la ansiedad de que todo vuelva a la normalidad?

 

 

Nos desespera volver a estar activos y hacer lo que hacíamos antes de que nos operaran. Más cuando pasan un par de semanas y usualmente para ese entonces ya nos sentimos muy bien por fuera, retomamos actividades como manejar, trabajar, comer normal, etcétera. Pero ¿y por dentro? Tal vez no nos damos cuenta, pero el proceso de recuperación interna es muy distinto y va desfasado en comparación al proceso externo.

 

Aquí es donde juega un papel importante el cuerpo mental, ya que es el que nos ayudará a estar en calma, para evitar que nos invadan las sensaciones de ansiedad y estrés por querer que todo vuelva a la normalidad y vuelva mi fuerza, flexibilidad, resistencia, condición cardiovascular y todo lo que tenía con mis actividades físicas.

 

Aquí es donde debemos controlar las fluctuaciones de la mente y darnos el tiempo necesario para que el cuerpo se restaure y recupere su condición sin forzarla a hacerlo.