El Palacio Mental y la Meditación.

En los últimos años, quizás has escuchado hablar del principio del palacio mental, ya sea en una serie de detectives o en vídeos en línea sobre el cerebro y su capacidad de memorización.

 

En pocas palabras:

El palacio mental o palacio de la memoria es probablemente una de las técnicas de memoria más efectivas e impresionantes que existen. Invoca nuestra memoria episódica y nuestra memoria de los lugares. La idea es visualizar un lugar tan familiar que navegar por él no requiera ningún esfuerzo, como nuestro hogar. No es necesario estar en casa para saber (en principio...) dónde se colocan nuestros muebles, dónde se guarda nuestra ropa, dónde se guarda nuestra computadora, nuestra taza favorita, etc. El principio del palacio mental es almacenar en una serie gigantesca de lugares (habitaciones, un jardín, etc...) que ya conocemos, información que queremos memorizar a muy largo plazo.

Esta técnica, que tiene más de mil años de antigüedad, ha experimentado una gran expansión en los últimos años con el fin de optimizar la memoria y, más en general, mantener las capacidades cognitivas.

 

Pero es por una razón completamente diferente por la que vamos a centrarnos aquí en el palacio de la memoria, para conocer un retorno a la calma y una técnica de meditación.

Pequeño Recordatorio: Pratyahara, Dharana y Dhyana

En los Yoga Sutras, Pantajali codificó la práctica del yoga en ocho pasos o ramas para quizás algún día alcanzar la iluminación. Entre estas ocho ramas se encuentran Pratyahara, Dharana y Dhyana, respectivamente "retiro de los sentidos", "concentración" y "estado de meditación".

 

Para hacerlo más simple, los practicantes deben trabajar en desprenderse del exterior para poder concentrarse entonces en un solo elemento (respiración, vela, mantra, sensación, idea, etc.) antes de poder entrar en un estado de meditación.

 

El estado de meditación se alcanza cuando la concentración es tan intensa que el observador y el objeto observado "se fusionan" y desaparecen.

El Santuario del Palacio Mental

 

Dada su naturaleza, es fácil imaginar que el palacio mental puede ser usado para otros propósitos que no sean mejorar la memoria de uno. De hecho, es posible utilizar un palacio mental en la búsqueda del retorno a uno mismo, el retiro de los sentidos o la calma. Te aconsejo para el palacio de la memoria crear un palacio imaginario, un lugar irreal para que con el paso del tiempo se vuelva familiar para ti.

 

  • Un lugar Imaginario.

 

¿Por qué no usar un lugar familiar? los lugares familiares como nuestra casa, la casa de la familia o incluso nuestro destino favorito de vacaciones son ciertamente pensamientos reconfortantes, pero también pueden ser un signo de nostalgia y frustración en momentos de gran estrés o tristeza. Por lo tanto, es preferible construir un palacio propio "totalmente nuevo", que siempre será el mismo y que podrá mejorar con el tiempo.

 

  • Un lugar aislado del mundo.

 

La idea aquí es crear un santuario, un lugar sagrado que sea siempre igual e inviolable. 

Este lugar será un reflejo de tu "YO" más pacífico, hecho de todo lo que te corresponde y que siempre permanecerá en el estado en que lo dejaste.

 

 

  • Un lugar ocasional.

 

Eres dueño de tu reino interior. Puedes usar varios palacios mentales, así como no usar ninguno. En cualquier caso, el "santuario del palacio" debe seguir siendo una residencia ocasional para tu conciencia porque si quieres aislarte demasiado del mundo, te olvidas de vivir allí.

 

Considera por un momento que eres un delfín: ciertamente necesitas sacar la cabeza del agua de vez en cuando para respirar cuando la situación lo requiera, pero evolucionar bajo el agua es una parte integral de lo que eres.

 

El palacio mental actúa aquí como una bocanada de aire fresco para permitirnos sumergirnos de nuevo en nuestra vida diaria con una sed de vida aún mayor.

 

 

 

El Palacio Mental de la Meditación

 

El palacio de la meditación puede ser el mismo que el palacio del santuario o estar dentro de él, ambos tienen como función principal el aislamiento de los sentidos, pero con un enfoque más personal al momento de ese aislamiento, antes te hablaba de Dharana y Dhyana. Aquí, la idea es centrarse en una cosa en particular en tu palacio: un objeto, un sonido, un arroyo, e incluso, ¿por qué no? peces en un acuario.

 

Mi ala de meditación.

 

Por mi parte, este es el mismo palacio en el que construí un ala específica para la meditación, de una arquitectura élfica (muy mitológica), consiste en un gran arbol rodeado de un basto bosque con una sala central que conduce a otras cinco áreas a través de grandes puertas de madera.

 

Detrás de la primera hay un jardín al aire libre bañado por la luz del sol que tiene varios espejos de agua. En ese jardín, la parte del tronco del  árbol que hace de muro está cubierto con orquideas y hay un pequeño banco de piedra donde me siento y me concentro en el canto de los pájaros.

 

Detrás de la segunda puerta se encuentra la Sala de los Aromas; una pequeña habitación donde la luz del día llega a través de grandes ventanales. Perfectamente acuñados en las paredes se encuentran estantes de madera tallada en los que se almacenan frascos de perfume y pequeños frascos de incienso. En el suelo, cubierto con una alfombra azul, hay un zafu y una pequeña mesa para colocar los olores en los que quiero concentrarme.

 

La tercera sala es la Cámara del Tiempo; una sala completamente negra donde es imposible ver. No hay nada que asuste en esta habitación porque nació de mi mente. A veces hace calor, a veces frío. Puede llover, puede ser muy seco, puede nevar. Me concentro en mis sensaciones corporales sin sentir ninguna molestia.

 

Las dos últimas habitaciones permanecerán en secreto porque, como leerás más adelante, tu palacio debe ser lo más personal posible.

 

 

 

¿Cómo Construir tu Palacio Mental?

 

Hay muy pocas "reglas" sobre la construcción de su palacio.

  • Ya sea que tu palacio se construya sobre o bajo tierra, en el aire o en el agua, en el futuro, en el pasado o en un mundo imaginario, debe ser colocado lejos de la civilización y en un clima hospitalario.

 

  • Cada vez que lo visites, debe ser el mismo palacio. No tienes que empezar de cero cada vez que lo visites, porque el lugar nunca se volverá familiar y no podrás poner cosas allí para recordar o continuar un trabajo de meditación ya empezado. Pero no olvides que si no te gusta algo allí, tienes el poder de cambiarlo al instante.

 

  • El palacio mental es una "fortaleza de soledad", como referencia... La soledad también es algo beneficioso. La idea aquí no es ciertamente crear un mundo virtual o una alternativa a la vida real. Este palacio debe ser una burbuja de aire o un momento dedicado a la meditación.

 

  • Este es tu palacio y debe seguir siéndolo. Compartirlo, describirlo, es darle inconscientemente un duplicado de las llaves y hacer que pierda parte de su poder.

 

  • Como un buen arquitecto, trabaja en ello y visitalo un poco todos los días. El primer paso no es refugiarse en el, ni venir a meditar en el, sino construirlo.

Conclusión

 

Habrás comprendido que la edificación de tu palacio mental es una obra de meditación en sí misma, puede ser un juego divertido pero obliga a la concentración y al trabajo de memoria.

 

¡Sólo me queda desearte una bella construcción!

 

Namasté

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